La primera de las reuniones se llevó a cabo el pasado viernes con un encuentro entre Andrés Lima y Omar Lafluf, en razón de que el jefe de gobierno de Paysandú no pudo concurrir.
Si bien reconocen lo beneficioso que significa para el turismo abrir las fronteras para el tránsito de bienes, servicios y personas en los tres puentes internacionales sobre el río Uruguay, el aspecto comercial y especialmente la enorme diferencia de precios entre los dos países, hace correr el riesgo de que se produzca un colapso en los establecimientos comerciales de la zona.
La medida que apareció en primera línea (que la Aduana aplique el "cero kilo" al ingreso de comestibles) se considera imposible en casos como Salto, donde no hay recursos humanos suficientes para controlar el tránsito de 80 mil personas que diariamente transitan por el puente.
El Intendente de Paysandú ha opinado sobre la instalación de puestos donde se solicite documentación para que no sea tan rápido y ágil cruzar, de modo que la gente tenga que pensar dos veces si va a Colón o no, por el tiempo que les insumirá.
Sin embargo, consideran que es imposible de mantener en el tiempo controles de esta naturaleza. Con motivo del cierre sanitario, se notó un brutal crecimiento de las ventas en comestibles y bebidas, al punto que las ventas de Fernet crecieron un 1.000%, igual que lo que ocurrió con los vinos.
En Salto, las ventas del sector comercio y servicios crecieron más de un 40% por encima del promedio, a partir del momento en que se cerraron las fronteras.
En 2018 había 3.900 empresas que aportaban al BPS, en 2019, 3.800 y en 2020 en plena pandemia más de 4 mil aportantes. La primera reunión de los intendentes (a la que seguirán consultas y aportes de los Centros Comerciales de la región) finalizó sin que se tomara ninguna resolución concreta aunque, buscan sacar una hoja de ruta, definir planteos y hacerlos llegar a la ministra de Economía y al Presidente de la República, esperando que el gobierno nacional tome las decisiones que se entiendan más oportunas.
De todos modos, la política aplicada por el actual gobierno no parece partidaria de intervenir directamente en la competencia normal del mercado, como ha ocurrido en otras oportunidades.